Él lo tenía todo. Habitación y juguetes propios. Los mimos y el cariño de toda la familia. No había rival, hasta que apareció, en los brazos de su madre, un ser pequeño, sin dientes, calvo y que llora cada vez que quiere comer. La monarquía del hijo único se tambalea ante su llegada.
Él lo tenía todo. Habitación y juguetes propios. Los mimos y el cariño de toda la familia. No había rival, hasta que apareció, en los brazos de su madre, un ser pequeño, sin dientes, calvo y que llora cada vez que quiere comer. La monarquía del hijo único se tambalea ante su llegada.