- Tu la amas con la misma intensidad que yo la odio - le gritó ella realmente enfurecida y dejándole ver su verdadero rostro.Él la miró con tristeza y muy asustado por lo que escuchaba.- ¿Y a mí? - preguntó él, rato después con su voz ahogada - ¿Me odias con esa misma intensidad?Ambos se miraron y descubrieron que la mirada también hablaba.
- Tu la amas con la misma intensidad que yo la odio - le gritó ella realmente enfurecida y dejándole ver su verdadero rostro.Él la miró con tristeza y muy asustado por lo que escuchaba.- ¿Y a mí? - preguntó él, rato después con su voz ahogada - ¿Me odias con esa misma intensidad?Ambos se miraron y descubrieron que la mirada también hablaba.