«Pueblo yo es un tejido poético con imágenes conmovedoras, desnudas, palpitantes, que nos hace volver la mirada hacia lo telúrico de nuestro diseño mental y corporal. Un libro que a veces tiene el ritmo delirante y escénico del flujo de consciencia, a veces la hondura psicológica del monólogo interior. Es poesía que va directa a los sentidos por su musicalidad y su desbocada aproximación a lo indecible. “Me cansé de las palabras... ahora me mojo...”, escribe la poeta, solo para recordarnos que “el paisaje es un hueso rómpetelo”».
«Pueblo yo es un tejido poético con imágenes conmovedoras, desnudas, palpitantes, que nos hace volver la mirada hacia lo telúrico de nuestro diseño mental y corporal. Un libro que a veces tiene el ritmo delirante y escénico del flujo de consciencia, a veces la hondura psicológica del monólogo interior. Es poesía que va directa a los sentidos por su musicalidad y su desbocada aproximación a lo indecible. “Me cansé de las palabras... ahora me mojo...”, escribe la poeta, solo para recordarnos que “el paisaje es un hueso rómpetelo”».