Segunda parte de la trilogía “La Fiesta de San Valentín”.
Si el infierno existe, es una fiesta de San Valentín en la oficina. Fiona está aburrida, aburrida, aburrida. Aburrida al cubo. Contando los minutos para poder desaparecer de la fiesta a la que había ido a regañadientes. Lo único que quería era llegar a casa para meterse en un baño de burbujas con una novela. ¿Patético para un viernes por la noche? Quizás, pero después de su divorcio, lo último que le apetecía era celebrar San Valentín en la oficina, la verdad. Hasta que aparece su secretario —perdón, su ayudante— y tienen un desacuerdo sobre si esa mañana ha enviado unos emails o no. Una situación embarazosa, una apuesta y un final que ninguno de los dos esperaba…
Segunda parte de la trilogía “La Fiesta de San Valentín”.
Si el infierno existe, es una fiesta de San Valentín en la oficina. Fiona está aburrida, aburrida, aburrida. Aburrida al cubo. Contando los minutos para poder desaparecer de la fiesta a la que había ido a regañadientes. Lo único que quería era llegar a casa para meterse en un baño de burbujas con una novela. ¿Patético para un viernes por la noche? Quizás, pero después de su divorcio, lo último que le apetecía era celebrar San Valentín en la oficina, la verdad. Hasta que aparece su secretario —perdón, su ayudante— y tienen un desacuerdo sobre si esa mañana ha enviado unos emails o no. Una situación embarazosa, una apuesta y un final que ninguno de los dos esperaba…