"Lo advierto: si La balada de Constanza y Valentino es terror, no es del que estamos acostumbrados a leer. Bragagnolo cuenta esta inquietante historia de una posesión demoníaca de la única manera que sabe: desde el exceso, desde la repulsión, desde el límite más lejano y perverso. Con un humor cruel y desmesurado, La balada de Constanza y Valentino avanza impiadosa en su desenfreno de sexo y violencia. Cuando creemos que no se puede caer más bajo, Bragagnolo nos demuestra que sí, que para que el abismo devuelva la mirada hay que tener el coraje de destruir todos los tabús. Hasta el último. Hasta el más incómodo. Hasta el más escondido. Para Bragagnolo, no se trata sólo de escupirle la cara a nuestra sociedad; se trata, sobretodo, de escupirle con ganas, de mostrar que los límites de la razón son inestables, que la oscuridad está agazapada en un demonio o en lo más profundo de nuestro ser. La balada de Constanza es la novela que nunca debería haberse escrito. La novela que no se puede dejar de leer". Ezequiel Dellutri - Contratapa.
"Lo advierto: si La balada de Constanza y Valentino es terror, no es del que estamos acostumbrados a leer. Bragagnolo cuenta esta inquietante historia de una posesión demoníaca de la única manera que sabe: desde el exceso, desde la repulsión, desde el límite más lejano y perverso. Con un humor cruel y desmesurado, La balada de Constanza y Valentino avanza impiadosa en su desenfreno de sexo y violencia. Cuando creemos que no se puede caer más bajo, Bragagnolo nos demuestra que sí, que para que el abismo devuelva la mirada hay que tener el coraje de destruir todos los tabús. Hasta el último. Hasta el más incómodo. Hasta el más escondido. Para Bragagnolo, no se trata sólo de escupirle la cara a nuestra sociedad; se trata, sobretodo, de escupirle con ganas, de mostrar que los límites de la razón son inestables, que la oscuridad está agazapada en un demonio o en lo más profundo de nuestro ser. La balada de Constanza es la novela que nunca debería haberse escrito. La novela que no se puede dejar de leer". Ezequiel Dellutri - Contratapa.