DEBER Sarah había cumplido con su promesa, había encontrado a Bruno en el otro extremo del mundo. Ahora la meta de los dos era encontrar a Dante. Sabían que iba a ser difícil, sabían que se iban a encontrar con personajes horripilantes en el camino. Lo sabían y lo hicieron igual. Ahora solo faltaba encontrar el camino de vuelta a casa y no volvían solos.
“Todavía no podía creer que Sarah sea finalmente mía, ¡mía! Y no pensaba dejar las cosas al azar, en cuanto pisemos territorio americano pienso casarme con ella. ¿Que? ¿Creíste que iba a escaparse de mis manos otra vez?”
DEBER Sarah había cumplido con su promesa, había encontrado a Bruno en el otro extremo del mundo. Ahora la meta de los dos era encontrar a Dante. Sabían que iba a ser difícil, sabían que se iban a encontrar con personajes horripilantes en el camino. Lo sabían y lo hicieron igual. Ahora solo faltaba encontrar el camino de vuelta a casa y no volvían solos.
“Todavía no podía creer que Sarah sea finalmente mía, ¡mía! Y no pensaba dejar las cosas al azar, en cuanto pisemos territorio americano pienso casarme con ella. ¿Que? ¿Creíste que iba a escaparse de mis manos otra vez?”