La segunda lengua materna, de Flor Canosa es una novela difícil de clasificar o encasillar: ¿Ciencia Ficción? ¿Distopia? ¿Una novela familiar? ¿Futurismo pampeano? ¿Una novela de saberes cruzados con muchas notas al pie? Un título intrigante y un portada hipnótica que no los dejará tranquilxs hasta que lo tengan.
En esta fascinante novela de Flor Canosa la cronología -el tiempo calendárico de occidente y su deuda con el fin de la historia- está en ruinas: vemos el futuro - o el futuro nos devuelve la mirada- a través de un caleidoscopio de saberes en colisión, una temporalidad distorsionada y de fechado imposible en la que las palabras del pasado/presente se arremolinan en un vórtice de reasignificación que colapsa en listas y datos y explicaciones, en notas a pie de página sobre hackeos genéticos inestables y duplicidades cigóticas: el viejo fantasma en la máquina de la tradición dualista como un glitch en la lengua materna y el patriarcado como el subsiguiente fantasma xenosemiótico alque siempre habrá de habérsele caído su máscara de ficticia humanidad, de reproducción organizada por un logos al que ya nadie da crédito. Y por eso hay que pagarlo todo de vuelta: hay que volver a activar la música en vástagos y variaciones, las Goldberg -aquel sufrido insomnio ideal para oídos ideales, arrojados a su vértigo delo mismo y lo otro, de ilustrado a priori e inhumana alteridad- y las del tecnocapitalismo y el estado trenzados en una reverbación espectral, que hace resonar sus ecos desde una caverna futura en la que quienes nos hemos dicho humanos apenas pod(r)emos aspirar a ser las mascotas de las Inteligencias Artificiales que dominan el mundo como antes lo hacían los dioses. Flor sorprende a sus lectores una vez más con esta novela intensísima, acelerada, que hackea la teoría-ficción y el (híper)pulp, la ciencia ficción y el viejo/nuevo weird, la distopía y la música barroca. Dienvenidxs al desfuturo: una resonante segunda lengua materna está a punto de hackearlxs.
La segunda lengua materna, de Flor Canosa es una novela difícil de clasificar o encasillar: ¿Ciencia Ficción? ¿Distopia? ¿Una novela familiar? ¿Futurismo pampeano? ¿Una novela de saberes cruzados con muchas notas al pie? Un título intrigante y un portada hipnótica que no los dejará tranquilxs hasta que lo tengan.
En esta fascinante novela de Flor Canosa la cronología -el tiempo calendárico de occidente y su deuda con el fin de la historia- está en ruinas: vemos el futuro - o el futuro nos devuelve la mirada- a través de un caleidoscopio de saberes en colisión, una temporalidad distorsionada y de fechado imposible en la que las palabras del pasado/presente se arremolinan en un vórtice de reasignificación que colapsa en listas y datos y explicaciones, en notas a pie de página sobre hackeos genéticos inestables y duplicidades cigóticas: el viejo fantasma en la máquina de la tradición dualista como un glitch en la lengua materna y el patriarcado como el subsiguiente fantasma xenosemiótico alque siempre habrá de habérsele caído su máscara de ficticia humanidad, de reproducción organizada por un logos al que ya nadie da crédito. Y por eso hay que pagarlo todo de vuelta: hay que volver a activar la música en vástagos y variaciones, las Goldberg -aquel sufrido insomnio ideal para oídos ideales, arrojados a su vértigo delo mismo y lo otro, de ilustrado a priori e inhumana alteridad- y las del tecnocapitalismo y el estado trenzados en una reverbación espectral, que hace resonar sus ecos desde una caverna futura en la que quienes nos hemos dicho humanos apenas pod(r)emos aspirar a ser las mascotas de las Inteligencias Artificiales que dominan el mundo como antes lo hacían los dioses. Flor sorprende a sus lectores una vez más con esta novela intensísima, acelerada, que hackea la teoría-ficción y el (híper)pulp, la ciencia ficción y el viejo/nuevo weird, la distopía y la música barroca. Dienvenidxs al desfuturo: una resonante segunda lengua materna está a punto de hackearlxs.