Un escritor inicia un cuaderno con ejercicios para mejorar su caligrafía en el convencimiento de que al mejorarla mejorará también su carácter. Lo que pretende ser un mero ejercicio físico se irá llenando de modo involuntario de reflexiones y anécdotas sobre el vivir, la convivencia, la escritura, el sentido o no sentido de la existencia. Con una lucidez kafkiana el discurso deviene inevitablemente un balance sobre "el espíritu extraviado" de nuestro tiempo. Una obra maestra.
Un escritor inicia un cuaderno con ejercicios para mejorar su caligrafía en el convencimiento de que al mejorarla mejorará también su carácter. Lo que pretende ser un mero ejercicio físico se irá llenando de modo involuntario de reflexiones y anécdotas sobre el vivir, la convivencia, la escritura, el sentido o no sentido de la existencia. Con una lucidez kafkiana el discurso deviene inevitablemente un balance sobre "el espíritu extraviado" de nuestro tiempo. Una obra maestra.