Unas recónditas colinas en la provincia de Burgos, atravesadas por las obras de un ferrocarril minero del siglo XIX, han proporcionado fascinantes fósiles que revelan la presencia de humanos en Europa desde hace más de un millón de años. Los estudios realizados sobre estos inesperados hallazgos nos hablan de hábitos sorprendentes.
Unas recónditas colinas en la provincia de Burgos, atravesadas por las obras de un ferrocarril minero del siglo XIX, han proporcionado fascinantes fósiles que revelan la presencia de humanos en Europa desde hace más de un millón de años. Los estudios realizados sobre estos inesperados hallazgos nos hablan de hábitos sorprendentes.