El Amor de Dios contribuye a solucionar los desastres del orgullo, devolviendo a la persona su dignidad y fomentando una "humilde autoestima", positiva y realista.
El Amor de Dios contribuye a solucionar los desastres del orgullo, devolviendo a la persona su dignidad y fomentando una "humilde autoestima", positiva y realista.